Seguramente os habréis preguntado alguna vez cómo afectan los rayos del sol a la vida de nuestro gato.

Los gatos son mamíferos y necesitan mantener la temperatura de su cuerpo. Especialmente cuando hacen lo que más les gusta, dormir, porque durante las horas de sueño su metabolismo funciona más lento y su temperatura corporal baja.. 

Seguro que os habréis dado cuenta, de que cuando nuestro gato quiere dormir, lo que realmente busca es el calor, ya sea del sol, de su camita, cerquita de ti, de un radiador, o incluso de un aparato electrónico. Por eso, para  nuestro gato, no habrá nada mejor que disfrutar de una siesta al sol. 

Pero como con todo, debemos tener cuidado, no debería darle demasiado el sol, sobre todo si es de poco pelo o pelaje claro. 

Una exposición excesiva o prolongada a los rayos ultravioletas puede causar grandes daños en los componentes celulares de la piel. Los rayos pueden dañar la epidermis, se incrementan las posibilidades de que aparezcan enfermedades bacterianas en la zona y pueden originar cambios en las estructuras profundas de la piel, incluso la posible aparición de tumores. Los gatos de pelo blanco o sin pelaje son los más vulnerables a estos efectos.

Pero tomar el sol de manera prudente también tiene efectos beneficiosos para nuestros gatos, una absorción de la radiación ultravioleta del sol supone una aportación saludable para el gato ya que la radiación UVB permite la síntesis de la vitamina D en la piel, necesaria para la absorción del calcio y la formación de las estructuras óseas.

En definitiva, el buen tiempo también hace muy feliz a nuestras mascotas pero debemos estar siempre pendientes del calor, que es tan beneficioso como perjudicial si es en gran medida. Un gato cuidado es un gato feliz.