Las orugas procesionarias son una especie de insecto común en España, que pueden ser peligrosas para las mascotas, especialmente para los perros. Estas orugas están cubiertas de pelos urticantes que contienen una sustancia tóxica que puede causar una reacción alérgica grave en los perros.

La reacción alérgica puede manifestarse como inflamación de la lengua y la garganta, lo que dificulta la respiración del animal. Además, la exposición a estas orugas también puede causar irritación en la piel, picor, enrojecimiento y ampollas.

Las orugas procesionarias se pueden encontrar en diferentes áreas de España, especialmente en aquellas donde predominan ciertos tipos de árboles, como el pino y el cedro. Estos árboles proporcionan el hábitat ideal para las orugas procesionarias y su presencia puede ser más común en zonas con climas cálidos y secos.

Las siguientes regiones son conocidas por tener una mayor presencia de orugas procesionarias en España:

Andalucía 

Las orugas procesionarias son comunes en Andalucía, especialmente en la provincia de Málaga, donde se pueden encontrar en las áreas cercanas a los bosques de pinos.

Murcia

Esta región de España también es propensa a tener orugas procesionarias, especialmente en las áreas boscosas cercanas a las montañas.

Comunidad Valenciana 

Las orugas procesionarias son comunes en esta región, especialmente en las zonas boscosas cercanas a las montañas y en la costa.

Cataluña

En esta región, las orugas procesionarias se pueden encontrar en áreas boscosas cercanas a las montañas y en la costa.

Baleares

Las islas Baleares también tienen una presencia de orugas procesionarias, especialmente en los bosques cercanos a las montañas.

Además de estas regiones, las orugas procesionarias también se pueden encontrar en otras áreas de España donde hay bosques de pinos, cedros y otras especies de árboles. Por esta razón, es importante tomar medidas preventivas para evitar cualquier contacto con estas orugas.

En el norte de España, la presencia de orugas procesionarias es más común en regiones montañosas, como los Pirineos y la Cordillera Cantábrica (Asturias, Cantabria, País Vasco y Navarra), donde se encuentran bosques de pinos y abetos. Estos bosques son el hábitat natural de las orugas procesionarias, que se alimentan de las hojas de estos árboles. La temporada en que dichas orugas son más comunes en el norte de España es durante los meses de invierno y primavera, cuando las temperaturas son más bajas y las orugas están activas. 

Algunas medidas preventivas incluyen evitar pasear a las mascotas en áreas boscosas durante las temporadas en que las orugas procesionarias son más comunes, mantener a los perros con correa para evitar que entren en contacto con las orugas y revisar regularmente los árboles para detectar la presencia de orugas.