¿Cómo proteger a tu mascota de la procesionaria?

¿Cómo proteger a tu mascota de la procesionaria?

Empieza el buen tiempo y con el aumento de las temperaturas damos la bienvenida también al desfile de estos insectos que son un riesgo para nuestras mascotas. 

La oruga procesionaria del pino se llama así porque se unen formando una fila como vagones de tren. Este desfile suele coincidir con el aumento de las temperaturas, entre marzo y abril. 

Pero, ¿por qué son peligrosos estos insectos?

Lo cierto es que basta con un mínimo contacto con esta especie para sufrir dermatitis, urticaria, y lesiones oculares e importantes alergias en perros y gatos. "Ni siquiera es necesario el contacto directo con las orugas ya que, cuando éstas se sienten amenazadas, lanzan sus pelos al aire, lo que genera irritaciones y alergias, especialmente si éstos alcanzan, por ejemplo, los ojos", afirma Jorge Galván director general de la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (ANECPLA).

¿Cómo sé si a mi mascota le ha picado la procesionaria?

Nuestros peludos son los más expuestos a este insecto, ya que olisquean y rastrean el suelo y pueden tener un contacto más directo. Los síntomas más comunes son exceso de salivación, lengua inflamada, también conocida como edema o hinchazón de la cara o los ojos. 

Si no lo tratamos a tiempo, la picadura (o contacto) de la procesionaria puede acabar con la vida de nuestro perro o gato. Puede causar un problema inflamatorio tan agudo que acabe en un shock anafiláctico, o puede que  las vías respiratorias  se cierren tanto que nuestra mascota no pueda respirar. 

¿Cómo actúo si mi perro o gato tiene contacto con la oruga?

Aunque no hayamos visto al perro acercarse a ninguna fila de orugas procesionarias, nos puede hacer sospechar que nuestro animal se muestre inquieto, se toque el hocico con las patas insistentemente y salive demasiado. 

Es recomendable evitar los paseos por zonas de pinos si es posible, y si no llevar siempre una botella de agua para, lavar con abundante agua, por presión, sin frotar, para que el ataque desaparezca o, al menos, disminuya. 

Si es en la lengua, podemos derramar agua, y deslizar la mano hacia el exterior. Siempre es importante contactar con un veterinario por si necesitase un antihistamínico.   

No hay comentarios aún